La corrección ortotipográfica es una intervención necesaria e ineludible en el proceso de elaboración de un texto. Además de subsanar los errores ortográficos y gramaticales que hayan podido quedar tras la corrección de estilo, permite eliminar las incorrecciones tipográficas y mantener la uniformidad de las normas que rigen la composición del escrito. Algunas de las funciones del corrector ortotipográfico son las siguientes:
- Limpiar las erratas relacionadas con los movimientos involuntarios del texto. Por ejemplo: la omisión, la trasposición y la repetición de caracteres, sílabas o palabras.
- Corregir los errores ortográficos de acentuación, uso de mayúsculas, expresión numérica, formación de abreviaturas y siglas, espaciado entre símbolos, puntuación, etc.
- Ajustar el texto a las normas y a los usos gramaticales vigentes (correlación de tiempos verbales, concordancia de género y número, régimen preposicional, pronombres, etc.).
- Eliminar los errores o las incoherencias en el uso de los recursos tipográficos (fuente, cuerpo, color, subrayado, negrita, cursiva, versalita, comillas, etc.).
- Supervisar la fidelidad de las referencias cruzadas, es decir, la concordancia de los índices, las bibliografías, las notas, etc., con el contenido y las referencias del texto.
- Decidir qué criterios son los más apropiados para resolver las cuestiones que no estén sujetas a la normativa vigente ni a la concepción marcada por la editorial o el autor.
Si tienes alguna duda, ¡escríbeme! Estaré encantada de responderte.


La corrección ortotipográfica es una intervención necesaria e ineludible en el proceso de elaboración de un texto. Además de subsanar los errores ortográficos y gramaticales que hayan podido quedar tras la corrección de estilo, permite eliminar las incorrecciones tipográficas y mantener la uniformidad de las normas que rigen la composición del escrito. Algunas de las funciones del corrector ortotipográfico son las siguientes:
- Limpiar las erratas relacionadas con los movimientos involuntarios del texto. Por ejemplo: la omisión, la trasposición y la repetición de caracteres, sílabas o palabras.
- Corregir los errores ortográficos de acentuación, uso de mayúsculas, expresión numérica, formación de abreviaturas y siglas, espaciado entre símbolos, puntuación, etc.
- Ajustar el texto a las normas y a los usos gramaticales vigentes (correlación de tiempos verbales, concordancia de género y número, régimen preposicional, pronombres, etc.).
- Eliminar los errores o las incoherencias en el uso de los recursos tipográficos (fuente, cuerpo, color, subrayado, negrita, cursiva, versalita, comillas, etc.).
- Supervisar la fidelidad de las referencias cruzadas, es decir, la concordancia de los índices, las bibliografías, las notas, etc., con el contenido y las referencias del texto.
- Decidir qué criterios son los más apropiados para resolver las cuestiones que no estén sujetas a la normativa vigente ni a la concepción marcada por la editorial o el autor.
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